A finales de 2012 fui al concierto que dEUS daba en O Porto como ya os conté en posts anteriores. Tuve suerte de poder visitar la ciudad y disfrutar de un buen día de sol. Es increíble que todavía no hubiese ido nunca a Portugal viviendo tan cerca.
Las calles adoquinadas y estrechas son la marca de identidad de Portugal. El enorme contraste entre los edificios antiguos y descuidados y las calles y zonas peatonales recientemente rehabilitadas, hacen que se note más aun la diferencia de clases que hay en el país.
A pesar de estos contrastes, es una ciudad llena de vida y belleza con amplias plazas y parques y con una hermosa vista de la desembocadura del río Duero en el Océano Atlántico.
Si bien no tuve mucho tiempo para montar en el famoso funicular que cruza el río sin duda la ciudad es impresionante.
Si estáis pensando en un viaje de fin de semana Porto es el destino ideal, podréis degustar su famoso vino, caminar por sus calles y ver el atardecer a orillas del Duero.
¡Sed felices hoy, no esperéis a mañana!
Meris
Mi Jardín Privado 